“Edurne Pasaban”, el cómic de una extraordinaria trayectoria montañera

En la historia del montañismo vasco y al hablar de himalayismo, Edurne Pasaban es todo un referente, ya que fue la primera mujer del mundo en escalar los 14 ochomiles, las montañas más altas del planeta. El cómic Edurne refleja esa extraordinaria trayectoria deportiva que nos conducirá por laderas inaccesibles hasta las cotas más elevadas.

Mientras recorremos su sendero vital, nos encontraremos con otras destacadas montañeras como Pili Ganuza, Amaia Aranzabal, Miriam Garcia Pascual, Gerlinde Kaltenbruner, y montañeros, como Juanito Oiarzabal, Juan Vallejo, Mikel Zabalza… La nieve, convertida en eje vertebrador del cómic, copa parte del protagonismo, no en vano está muy ligada a su nombre y lo que vivió en la montaña.

El guión del cómic se debe al periodista especializado Ramon Olasagasti. La parte artística del trabajo se debe a los ilustradores César Llaguno, Felipe H. Navarro y Pedro Villarejo. Se trata de una coedición entre la editorial Sua Edizioak y el festival Mendi Film, y forma parte de una colección cuyo objetivo es recoger los hitos del montañismo vasco. Los títulos anteriores han sido Everest, todo un pueblo en la cumbre; Hermanos Iñurrategi, Un latido en la montaña; y Andrés Espinosa. Solo y libre.

Al igual que los anteriores, está disponible en librerías en euskera y castellano. Bajo estas líneas dejamos una pequeña muestra:

“Andres Espinosa”, el cómic del pionero que anduvo solo y libre

Cada dos años, el festival Mendifilm y Sua Edizioak unen sus esfuerzos para publicar un cómic sobre el montañismo vasco. Estos días ha visto la luz el tercero y, sin duda, no dejará indiferente a nadie. Andrés Espinosa. Solo y libre refleja la extraordinaria vida de uno de los pioneros del montañismo vasco. ¡Y vaya vida!

El zornotzarra Andrés Espinosa Etxebarria (1903-1985) firmó hazañas increíbles mientras el alpinismo vasco daba sus primeros pasos. Se inició con los montes del país, pero después salió fuera en busca de aventuras. Y las encontró. Escaló el pico Urriellu sin cuerdas, subió en solitario a Mulhacén, Veleta y Teide, fue el primero en coronar en solitario Mont Blanc y Cervino, cruzó África para hollar la cima de Kilimanjaro, se fue al Himalaya en busca de las cumbres más altas del planeta… La guerra de 1936 interrumpió su carrera, pero lo que hizo hasta entonces impresiona a cualquiera.

El cómic de Andrés Espinosa tiene guión de Ramon Olasagasti. Las ilustraciones y colores se deben a César Llaguno y Felipe H. Navarro. El resultado, sin duda, resulta espectacular, un gran cómic a la medida de una trayectoria vital asombrosa. También se ha publicado en euskara: Andres Espinosa. Bakarrik eta libre.

La colaboración entre el festival Mendifilm y Sua Edizioak tiene otros dos cómics como precendentes. En 2018 se publicó Everest. Todo un pueblo en la cumbre. Y dos años después, en 2020, vio la luz Hermanos Iñurrategi. Un latido en la montaña. En ambos casos, recibieron una extraordinaria acogida por parte del público.

La trayectoria montañera de los hermanos Iñurrategi, en cómic

Los hermanos Iñurrategi protagonizan el nuevo cómic publicado por Mendifilm Festival y Sua Edizioak. Si hace dos años fue “Everest. Todo un pueblo en la cumbre”, ahora llega “Hermanos Iñurrategi. Un latido en la montaña”. El guión de Ramon Olasagasti -traducido al castellano por Ander Izagirre- y las ilustraciones de César Llaguno reviven las andanzas de estos dos grandes nombres del montañismo vasco.

La cordada formada por Félix y Alberto Iñurrategi ha sido singular dentro del montañismo vasco: un vínculo sólido, un compromiso real y leal hacia los compañeros de cordada y hacía quienes les han acompañado en su trayectoria, una mirada global que ha sabido entender la montaña en toda su extensión. Para ellos lo importante no ha sido solo la cumbre, sino el modo de aproximarse y abordar la montaña, el propio camino, jalonado por pueblos y las gentes que viven en ellos.

Tras alcanzar la cima del Gasherbrum II, su duodécimo ochomil., en el descenso, Félix perdió la vida. “Mañana también amanecerá”, solía decir Félix, y quizá fue esa forma de ver la vida lo que hizo que el pulso reviviera y que hoy siga vivo a través de la Fundación Baltistán. Creada tras la muerte de Félix, busca en alturas más humildes cumbres mucho más complicadas, como procurar mejorar la forma de vida de los habitantes del valle de Hushe.