
Los enfrentamientos armados de la Edad Media poblaron nuestros montes de castillos y torres defensivas. Se aprovechó todo tipo de terrenos, desde modestas colinas estratégicamente situadas hasta riscos de altura en lugares imposibles. Algunos de ellos aún se mantienen en pie. Otros, en cambio, han quedado reducidos a leves huellas que pasan inadvertidas en el terreno. El nuevo libro de la colección Euskal Herria, Rutas montañeras a castillos medievales, de Esther Merino, nos invita a echarnos al monte para disfrutar de la naturaleza y reconocer las marcas de la historia.
La autora propone veinticinco rutas a otros tantos castillos medievales que se alzan sobre cimas distribuidas por la geografía del país. Se trata de ascensiones a cimas como Lapoblación, Jentilbaratza, San León o Untzueta. En las cumbres nos esperan viejas fortalezas medievales, algunas aún en pie, como los castillos de Lanos, Portiella o Astúlez. Otras, excavadas y recuperadas recientemente, como Irulegi, Gerga o Elo. Y no faltan las que solo son perceptibles para el ojo avisado que sabe lo que busca, como Astxiki, Irurita o Toro. Con todas ellas disfrutaremos de grandes rutas montañeras y conoceremos de primera mano de nuestra agitada Edad Media.
Esther Merino es una experta montañera, colaboradora de la revista Pyrenaica y de otros medios de comunicación. El libro cuenta con una introducción histórica del investigador Iñaki Sagredo.