
Ya es un tópico decir que Euskal Herria, pese a sus reducidas dimensiones, presenta la variada gama de paisajes propia de un continente. Desde las cimas subalpinas hasta los páramos semidesérticos y desde los acantilados marinos hasta las extensas selvas de montaña, nos rodea un sinfín de paisajes sorprendentes. Algunos de ellos, presuntamente los más valiosos, si es que se puede establecer tal cosa, son espacios protegidos. El libro Rutas circulares por espacios protegidos, de Begoña Fernández y Paulo Etxeberria, nos propone 25 rutas circulares por esas áreas naturales.
Reservas de la biosfera (estos días se ha sabido que la Unesco ha declarado una nueva en Euskal Herria, la selva de Irati), parques naturales, ZNIEFF, ZEC, biotopos protegidos y otro tipo de instrumentos jurídicos tratan de garantizar, en cierta medida, la continuidad de tales espacios. Este libro nos invita a recorrer todo el país, los siete territorios, para conocer esa diversidad natural in situ, disfrutar de ella y, sobre todo, cobrar conciencia de su importancia.
De esta manera, entre otros planes, recorreremos las marismas y los impenetrables encinares de Urdaibai, nos adentraremos en las selvas de Irati y Arbaila, subiremos hasta un valle escondido en la sierra de Lokiz y ascenderemos a cimas en Kintoa, Iturrieta, Gorobel y Harsüdürra.
Begoña Fernández y Paulo Etxeberria son dos montañeros de amplia experiencia. En esta colección ya han publicado otro libro, Rutas a cascadas recónditas, en colaboración con Alberto Muro.